Fue de la mano del dibujante Richard Felton Outcault (1863 – 1928) que tuvo lugar el nacimiento del cómic cuando éste dibujo una secuencia de viñetas para el “Journal” en el dominical del 25 de octubre de 1896 con el título de The Yellow Kid and His New Phonograph. En esta secuencia se veía como un loro escondido en un fonógrafo tomaba el pelo a Kid al cantar una serie de cantinelas. La secuencia no tenía sentido sin que se leyesen los globos/bocadillos en los que aparecían los diálogos y le daban sentido a la acción. Había nacido el cómic.
Una curiosidad: Durante la guerra Hispano-Americana de 1898 se retiro del Journal los episodios del Yelow Kid, debido la repulsión generalizada entre el publico hacia el personaje por su color amarillo y la asociación con la bandera española.
Pero es Winsor McCay (1867 – 1934) quien en 1905 con su personaje Little Nemo consigue ver con claridad el potencial de los globos/bocadillos, y es a través de estos que consigue la fluidez del dialogo entre dibujo y lector. Cada noche Little Nemo es transportado a su particular y onírico mundo denominado Slumberland. Es allí en donde vive las más alocadas aventuras que el mundo de los sueños puede crear, y cada noche, o en cada historia, invariablemente Nemo finalizaba la historia despertando de los sueños/pesadillas, que había compartido brevemente con su lector. Esta viñeta final estaba caracterizada por la unión en el dialogo de lo real con lo irreal y por que además en muchas de ellas acababa cayendo de la cama, o acurrucado a causa del miedo en su almohada, sobre la cama, vagando por la habitación o abrazado a su madre.
By Norma Editorial
Los asistentes a esta 30 edición del salón, tuvimos la suerte de presenciar , entre otras, una amplia exposición dedicada a Winsor McCay en la que no faltaban una muestra de Dream of the Rarebit Fiend y por su puesto su famoso personaje Little Nemo.
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Pero no solo exposiciones pudimos encontrar en este salón. En este mi segundo año de asistencia y sabiendo algo más de su funcionamiento que en 2011, centre mi tiempo, sobre todo, en las clases que gracias a Escola Joso se impartían de la mano de refutados dibujantes e ilustradores en el taller de cómic.
El viernes día 4 nos deleito ese gran maestro y fruto de inspiración para muchos de nosotros que es Milo Manara. Fue impresionante como este profesional nos demostró con una tranquilidad y seguridad, fruto de la experiencia y del buen hacer de toda una vida dedicado al dibujo, como con cuatro trazos se pueden crear personajes tan sugestivos y cargados de erotismo. O de cómo un simple acabado en unos labios de un mujer pueden expresar toda la sensualidad del mundo o la más inocente candidez.
Milo Manara nos dejo a todos los asistentes con la boca abierta, y me sorprendió que, en más de una ocasión nombrase a ese otro gran maestro recientemente desaparecido que es Jean Giraud también conocido como Moebius con un cariño que en un principio como ya comento me sorprendió, pero que más tarde y en otra reunión junto con el Sr. Manara llegue a comprender.